...qué la remolacha tenga ese sabor tan intenso a tierra...
Sin embargo ese color tan vivo
tan agudo
tan urgente...
Lo salva todo.
9 de agosto de 2006
21 de julio de 2006
Aunque lo parezca, ...
La blogosfera no es tan grande como parece. Está formada de círculos concentricos que convergen en el mismo punto (o comentario). ¿Siempre somos los mismos?
12 de julio de 2006
Todo lo contrario
Fue exactamente así...
Se besaban de una manera extraña. Rara, Inusual. No impúdica, no. Más bien todo lo contrario: extravagante, llena de solemnidad. Aquel momento siempre lo vi en color sepia, como aquellas fotografías antiguas que al mirarlas hoy, nos resultan tan lejanas como imposibles.
Las cenas en Shillstra. 31 resultaban una pintura con el claroscuro típico del barroco holandés y su empaste vigoroso. Un ambiente recargado para el pequeño espacio, casi ridículo espacio podría decir; y unos manjares demasiado copiosos pero estéticamente pefectos sobre la porcelana vienesa. Así se emprendía la noche… y cuando uno menos lo esperaba a una justa palabra, de Sheila (que desde luego nunca adiviné cual era, ni siempre era la misma), él se levantaba de la silla llevado por una fuerza mucho mayor que la centrífuga. Se acercaba por la espalda y tomaba su mano, que ella a su vez alargaba como una diva, una diosa que sabe que cuando llega ese momento el mundo se rinde a sus pies. Sin remedio. De esta manera él inciaba su boca apenas rozando la escultural mano desde los nudillos; pasaba así por la muñeca, el antebrazo, el codo, el brazo... Haciendo un recorrido en movimientos lentos, apenas posando sus labios en la encerada piel de Sheila. Sin prisa pero sin pausa, con rumbo a su tez clara, nítida , nívea casi transparente. Así llegaría al filo de su boca, mientras ella mantenía su cara levantada y la mirada baja pero eso sí, siempre por encima del hombro; de todos nuestros hombros, en realidad de todo nuestro mundo, que en aquel momento se centraba alrededor de esa escena.
Hendrik habría aprendido esos elegantes movimientos durante años, siglos. Durante esta vida y vidas anteriores. No cabía otra manera. En realidad no creo que nadie más que ellos pudieran interpretar mejor este lienzo de luz opaca y pesada, sacado de los mejores años del L´hermitage.
Seguía la noche, seguía el vino ocupando el cristal noble de Rosentahl; las velas bajo sus llamas ondulantes y serenas; y así... de nuevo se besaban, esta vez la divina se diganaba a mirar a su siervo. Sin pasión, sin ardor pero con esa parte del deseo que es fuego frío, pero fuego al fin y al cabo ingobernable y poderoso….
Parecía una secuencia sostenida en el tiempo, en un tiempo mucho más lento que el restante, como si gravitara menos la tierra, y nosotros estuvieramos atrapados, suspendidos allí, entonces y ahora.
Me viene a la memoria Sheila como la viva imagen de Norma Desmond en su mansión de Sunset Boulevard, con la única diferencia de que aquello no era precisamente una mansión, sino todo lo contrario.
6 de julio de 2006
Entre sol y sombra
.
Un día dije: “No me gustan las escenas solares” y es verdad. No me gustan. Al sol no se le puede mirar de frente. Frunce el ceño su mirada. Y en un ceño fruncido no hay signo de ternura. Uno sólo puede mirar al sol tras un cristal ahumado y aún así, dañará los ojos, quemará la vista y ¿quién recogerá esas cenizas?.
Sólo puedes mirar al sol con los ojos cerrados y todavía así verás un rojo doliente, un carmín que hierve. Un caudal sanguíneo. No… no es de fiar, el sol. Y nos da la vida…. A nosotros. A ellos… ¿No será que todo se resumen en ese elemento de fuego, no será que todo lo que duele, arde también nos da vida?
No me gustan las escenas solares... Y la gente entrega sus cuerpos desnudos a un sol que los abrasará desde lo más alto. Y se verá el asfalto supurar calor, como un humo incolor que nubla mi ojos y ondula el paisaje que miro invitándome a un sueño equívoco. Insolamos la vida, la savia y no es efímera esta consuecuencia. El sol en su esplendor del día apaga las ciudades y todo duerme o muere en esas horas.
No me gustan no, no puedo confiar en algo que me alumbra, me hace nacer y de lo que, continuamente, tengo que protegerme.
Vivimos en la contradicción. Vivimos al sol. En el mejor de los casos:
Un día dije: “No me gustan las escenas solares” y es verdad. No me gustan. Al sol no se le puede mirar de frente. Frunce el ceño su mirada. Y en un ceño fruncido no hay signo de ternura. Uno sólo puede mirar al sol tras un cristal ahumado y aún así, dañará los ojos, quemará la vista y ¿quién recogerá esas cenizas?.
Sólo puedes mirar al sol con los ojos cerrados y todavía así verás un rojo doliente, un carmín que hierve. Un caudal sanguíneo. No… no es de fiar, el sol. Y nos da la vida…. A nosotros. A ellos… ¿No será que todo se resumen en ese elemento de fuego, no será que todo lo que duele, arde también nos da vida?
No me gustan las escenas solares... Y la gente entrega sus cuerpos desnudos a un sol que los abrasará desde lo más alto. Y se verá el asfalto supurar calor, como un humo incolor que nubla mi ojos y ondula el paisaje que miro invitándome a un sueño equívoco. Insolamos la vida, la savia y no es efímera esta consuecuencia. El sol en su esplendor del día apaga las ciudades y todo duerme o muere en esas horas.
No me gustan no, no puedo confiar en algo que me alumbra, me hace nacer y de lo que, continuamente, tengo que protegerme.
Vivimos en la contradicción. Vivimos al sol. En el mejor de los casos:
entre sol y sombra.
21 de junio de 2006
Extraños en la Plaza
Extraños en la Plaza
Ellos siempre están ahí, dice el título...
y están. Seguro. Siempre.
(no se olviden de volver aquí)
17 de junio de 2006
15 de junio de 2006
Es
Es curioso, e incomodo como un traje estrecho, el creciente compromiso que tiene uno de dar explicaciones a cada rato y sin necesidad. Y no es que yo esté totalmente en contra. No. Entiendo que hay muchas situaciones que requieren una explicación. Sin embargo hay otras...
Y al final todo se convierte en hechos -inútilmente- (también ridículamente) justificados. Todo justificado... hasta los márgenes de este texto.
Y al final todo se convierte en hechos -inútilmente- (también ridículamente) justificados. Todo justificado... hasta los márgenes de este texto.
13 de junio de 2006
7 de junio de 2006
Antiguas intenciones
(Como si fuera una carta, que nunca fue. Nunca será)
Hoy, al cruzar Ettligerstr. esquina Kaiserstr. me acordé de ti. Me acordé porque hace meses, años, décadas que esa calle está en obras. Pero no esas obras que siempre están en movimiento, que recogen el polvo de los días, la desesperación que ejerce lo que no acaba, y uno espera, y no terminan. No. No así. Mucho peor que eso es una obra abandonada. Un obstáculo inútil invariable en medio de la acera; un desolado paisaje, inerte en el espacio y en el tiempo. Envejece siglos la piedra a cada paso y me llena de frío ese trance de caminar adentro. Está cercado aquel enclave, con su forma de mapa triangular, de isla sin agua, ni sal. Tierra seca.
Duele la herida de esa calle. El desamparado cincel a la deriva. Una intemperie indefinida sin los tejados rojos que entonces nos cubrían. Porque llueve y quema el aire el metal roído; blando y oxidado como el signo de tu voluntad más extinguida.
Y me acordé de ti, sí. De aquella particular manera tuya de dejarlo todo a medias.
Duele la herida de esa calle. El desamparado cincel a la deriva. Una intemperie indefinida sin los tejados rojos que entonces nos cubrían. Porque llueve y quema el aire el metal roído; blando y oxidado como el signo de tu voluntad más extinguida.
Y me acordé de ti, sí. De aquella particular manera tuya de dejarlo todo a medias.
Quizá sea tu nombre lo crudo del asfalto,
de esta calle,
de este invierno.
3 de junio de 2006
No teman...
Sé lo que están imaginando… pero no. Lo que pasa es que estoy pensando que es algo parecido a meditando pero no lo es. Aunque a veces, ni pienso ni medito. Y hablo. Y digo algún disparate sobre helados, sobre necesitándos-necesitados, sobre desafiar las fuerzas dinámicas, sobre la longitud de los años luz, porque un año luz es una longitud…
En fin, no es el caso. No sean recelosos.
Si se aburren en la espera les invito a que se lean otra vez el blog, que se lee muy rápido. De un tirón y además es ameno. Con unas entradas, donde la relación entre ellas es mera coincidencia y absoluta casualidad como en los telefilmes. Pueden leerlo de arriba abajo o de abajo a arriba; de este a oeste les diría, pero eso ya complica la labor y al final abandonarían. No lo hagan. Como ven doy ideas. Ah! también pueden (en mi perfil en blanco) ir a la página “Lista de Productos deseados”. Nunca entendí ese nombre de Lista de productos deseados, tampoco para qué servía pero acabé encontrándole una utilidad como trastienda. Y cómo no! lean también los comentarios, que son muy entretenidos y complementan esta distancia angular donde me muevo. Además pueden hacer clic sobre el nombre del comentarista. Esto lo digo en voz baja, vaya a ser que fuguen… y no vuelvan. Podría pasar… Los que no escriben será que no tienen nada que decir, en este caso, hacen bien. Mejor callar. Pero sepan que les miro de reojo, eso sí.
En fin, no es el caso. No sean recelosos.
Si se aburren en la espera les invito a que se lean otra vez el blog, que se lee muy rápido. De un tirón y además es ameno. Con unas entradas, donde la relación entre ellas es mera coincidencia y absoluta casualidad como en los telefilmes. Pueden leerlo de arriba abajo o de abajo a arriba; de este a oeste les diría, pero eso ya complica la labor y al final abandonarían. No lo hagan. Como ven doy ideas. Ah! también pueden (en mi perfil en blanco) ir a la página “Lista de Productos deseados”. Nunca entendí ese nombre de Lista de productos deseados, tampoco para qué servía pero acabé encontrándole una utilidad como trastienda. Y cómo no! lean también los comentarios, que son muy entretenidos y complementan esta distancia angular donde me muevo. Además pueden hacer clic sobre el nombre del comentarista. Esto lo digo en voz baja, vaya a ser que fuguen… y no vuelvan. Podría pasar… Los que no escriben será que no tienen nada que decir, en este caso, hacen bien. Mejor callar. Pero sepan que les miro de reojo, eso sí.
26 de mayo de 2006
20 de mayo de 2006
16 de mayo de 2006
Precisely Today
Esta cita se encuentra en la primera página de un libro que empecé a leer justamente hoy. Curioso como a veces los días, sin intención, se llenan de señales, de respuestas, de signos que afirman y aseveran que no sirve de nada navegar en otro tiempo. No se olviden de vivir.
" Die Menschen hängen
an der Vergangenheit,
spekulieren auf die Zukunft
und vergessen dabaei zu leben"
..........Willi Keller
"Las personas se cuelgan del pasado
especulan sobre el futuro
y en ello, olvidan vivir"
12 de mayo de 2006
9 de mayo de 2006
Y a mí : qué!
"El ser que posee la razón y que, de una parte, la obedece; y, de otra, la domina y la piensa". (Aristóteles, Ética a Nicómaco, lib. I, cap. 7)
Ustedes me van a perdonar, pero no hay quien se crea eso de “La humanidad domina las máquinas”. La humanidad no domina nada, ni la naturaleza, ni las máquinas ni nada. No sé si habrá vida inteligente en algún sector de la galaxia. Tampoco me preocupo por saber las semejanzas y diferencias entre la inteligencia aritificial y humana. Lo que sí sé, estoy segura, es que mi ordenador es muy inteligente, tanto que hace lo que le su real gana. Piensa y tiene vida propìa, ¡ mucho mejor que la mía!… aunque me pese decirlo.
Ustedes me van a perdonar, pero no hay quien se crea eso de “La humanidad domina las máquinas”. La humanidad no domina nada, ni la naturaleza, ni las máquinas ni nada. No sé si habrá vida inteligente en algún sector de la galaxia. Tampoco me preocupo por saber las semejanzas y diferencias entre la inteligencia aritificial y humana. Lo que sí sé, estoy segura, es que mi ordenador es muy inteligente, tanto que hace lo que le su real gana. Piensa y tiene vida propìa, ¡ mucho mejor que la mía!… aunque me pese decirlo.
7 de mayo de 2006
1 de mayo de 2006
...Me las apaño
La palabra "Balneario" me produce un estrés un tanto implícito y un poco angustioso. Ese olor purificado, el ambiente nítido, tan sospechosamente relajante; la gente con albornoces todos blancos, como dementes tocados por una sombra estéril. La recepcionista de sonrisa antiséptica. Y nosotros, con la intención -casi como una orden-, de diluir la tensión bajo el agua cloreada.
A mí dame una ciudad, un atasco, el humo. Tugurios de luz baja y noches largas. Altas torres metálicas, neones intermitentes, miradas turbias en días claros. Un mar de gente, razas, religiones, escaleras mecánicas. Un día extraño, lluvia de improviso, la cola (mayúscula) del cine. Dame un mapa roto, un diccionario viejo, una calle muerta, que yo,
A mí dame una ciudad, un atasco, el humo. Tugurios de luz baja y noches largas. Altas torres metálicas, neones intermitentes, miradas turbias en días claros. Un mar de gente, razas, religiones, escaleras mecánicas. Un día extraño, lluvia de improviso, la cola (mayúscula) del cine. Dame un mapa roto, un diccionario viejo, una calle muerta, que yo,
me las apaño.
25 de abril de 2006
Ciencias exactas
La verdad es que el café de los bares me parece un improperio.
Un insulto, un ultraje, un abuso, una injuria, una maldición y una broma de mal gusto.
Un insulto, un ultraje, un abuso, una injuria, una maldición y una broma de mal gusto.
(por mucho que ustedes digan que yo exagero...)
23 de abril de 2006
Nächster Halt: Marktplatz
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Movido por un mandamiento que sólo él conoce, intenta explicar una y otra vez aquella matemática quimérica indigeríble…. Habla mirando al infinito, como si en el horizonte estuviera escrita la verdadera sabiduría de sus fórmulas… Si supiera el disturbio y revolución que causa en mí de su voz, la palabra "Turbulencia"... Él conoce bien este término. Lo domina en su boca y sus manos, que ágiles apoyan su discurso dibujando turbinas en el aire, motores, hélices, olas imposibles…
(Qué lastima a veces, llegar al destino)
10 de abril de 2006
4 de abril de 2006
31 de marzo de 2006
30 de marzo de 2006
Memento
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Jueves. Llevo desde ayer con la sensación de que se me está olvidando algo. Incluso he soñado, que en mi sueño recordaba, que era lo que tenía que hacer, y de él, sólo sé que no era nada importante. Era algo así como una llamada o enviarle un e-mail a alguien para preguntarle algo. Pero no conozco el algo, ni el alguien, ni recuerdo lo que era en mi sueño. He intentado hacer memoria, regresar a otros días, volver la vista atrás, caer en la cuenta, despertar ese recuerdo al despertar de mi sueño… . Y no, y nada…
He mirado la agenda, los calendarios, el flexo (es un sitio recurrente). El jueves está vacío y sin embargo…
.He mirado la agenda, los calendarios, el flexo (es un sitio recurrente). El jueves está vacío y sin embargo…
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25 de marzo de 2006
Tal vez...
“Lo que de verdad importa en la vida, probablemente no dependa de las palabras, ni tan siquiera de los actos”
21 de marzo de 2006
Latitud
Porque hay una latitud
mucho más allá de donde fueron; donde les alcanzo .
mucho más allá de donde fueron; donde les alcanzo .
Extensión de un reino, provincia o distrito.
Latitud, un territorio sin límites geográficos ni numéricos:
Invisible
Un latido. Una galera. Un abismo.
26 de febrero de 2006
A los pies de Marzo
A ras de marzo, vuelo y me mezco entre los árboles inhóspitos
de este invierno perpetuo. Mis pasos también son vistos desde arriba en el
sendero de mi bosque real, de este mar supuesto y fingido. En el musgo de los humedales se escucha el arpa y es, entonces cuando dejo de ser, para enredarme entre los dedos invertebrados del viento. Y aunque una vez en el hielo fue dónde escribí: espirales… extraña canción de lejanía apenas hoy, lo recuerdo.
A ras de marzo, las alas de cuervo se despliegan, y a veces, como tú,
me sobrevuelan…
de este invierno perpetuo. Mis pasos también son vistos desde arriba en el
sendero de mi bosque real, de este mar supuesto y fingido. En el musgo de los humedales se escucha el arpa y es, entonces cuando dejo de ser, para enredarme entre los dedos invertebrados del viento. Y aunque una vez en el hielo fue dónde escribí: espirales… extraña canción de lejanía apenas hoy, lo recuerdo.
A ras de marzo, las alas de cuervo se despliegan, y a veces, como tú,
me sobrevuelan…
3 de febrero de 2006
12 de enero de 2006
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