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21 de noviembre de 2007

A veces



Tengo unas terribles ganas de mandar todo al cuerno.

Todo incluye:

Al vecino del tercero, Las llamadas perdidas, los relojes ku-ku, La humedad filtrandose por la ventana, los indecentes horarios de trabajo, a quien me hacen sentir culpable, la gente que no sonríe, al desconocido que siempre se anda despidiendo (pues adiós muy buenas), los paraguas gigantes, las aceras asimétricas, la distancia intransitable, los que se ponen en medio de las fotos...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No lo mandes al cuerno, haz un vuelo rasante y pasa por encima rápidamente

Anónimo dijo...

Gracias por la buena intención, Fett.

Gonzalo Paredes dijo...

Los relojes cucú... Ay cuántos recuerdos. Cuántas veces habré imaginado, durante mi adolescencia, mientras me despertaba de mi siesta en el sofá de la sala el estúpido e insistente canto, con disponer de un revolver y disparar con precisón sobre ese pajarito infame.
Ay, qué recuerdos...!

Anónimo dijo...

Ajá

Gonzalo Paredes dijo...

Ajá?